Uno de los temas que trataremos hoy es sobre los jardines sensoriales, los mismos abarcan las sensaciones que nosotros tenemos al momento de ingresar a un jardín ya sea paz, tranquilidad, diferentes aromas.
Muchos de estos jardines se pueden generar teniendo en cuenta los materiales que incorporaremos en ellos, pueden ser estanques, flores aromáticas, diferentes especies que atraigan a diversas aves entre muchas opciones más.
Lo que queremos lograr con esto es generar un espacio, ya sea existente o no, en un sector que te desconecte totalmente.
Para lograr esto incorporaremos variedad de plantas, ya sean herbáceas, arbustos o árboles que tengan diversidad de flores y follajes de esta forma también presentará diversidad de colores, además de diferentes aromas.
También pensaremos en diversos materiales, en césped, los cuales presentan gran variedad de tipos, colores y diferentes follajes; en piedras, en estos casos pueden ser para generar caminos o también para decorar los estanques, además de los colores podemos jugar con los tamaños de las mismas y formas.
En los estanques también podemos incorporar plantas acuáticas o palustres, decorando el interior y alrededor de ellos, podremos incluir también variedad de peces, siempre y cuando respetando los requerimientos del tipo de agua y temperatura que precisen.
Con respecto a los sentidos que quieras estimular es tu jardín, te mencionaremos qué debes incorporar para lograrlo.
Para estimular el oído lo ideal sería incorporar estanques, cascadas, plantas con gran densidad de follaje, flores que atraigan polinizadores, de esta forma escucharemos las hojas al pasar el viento o el zumbido de una abeja.
Para el tacto podemos jugar con plantas pubescentes, es decir, que tengan una superficie vellosa en las hojas o diferentes cortezas de árboles.
¡Es importante NO colocar especies tóxicas o con espinas!
El olfato lo podemos estimular con especies aromáticas por sus flores o sus hojas.
Y en cuanto al gusto podemos estimularlo con frutos o plantas comestibles, hasta podemos generar una huerta.
Llevando a cabo estas prácticas, lograremos disfrutar de un jardín sensorial que nos haga tener una experiencia distinta y agradable a nuestros sentidos.
